martes, 4 de diciembre de 2012

Entomología Recreativa

El insecto está quieto, como recogido o abrigado en la flor blanda y mullida. ¿Sobrevivirá a los fríos tan rigurosos que se avecinan?¿Volverá a zumbar sobresaltándonos con su potencial peligrosidad? ¿O le queda ya muy poco tiempo de vida?¿Es macho o hembra?¿Por qué tiene esos brillos de purpurina en polvo en las alas?¿Espera a alguien? Siempre me he preguntado qué grado de conciencia alcanzan los insectos, qué saben, qué ven, qué oyen. qué sienten. Éste, no sabría decir por qué, parecía estar esperando a la muerte, ¿tendrá miedo? ¿Estará rezando a un dios que lo ha creado a su imagen y semejanza?
Volví a pasar por allí al cabo de un par de días y, cualquiera que fuera su destino, se había cumplido. La flor ya no tenía a su silencioso visitante y me pareció más triste. O sólo era que estaba un poco más mustia, cosas del frío.  

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