miércoles, 18 de junio de 2014

El Señor Zorro En Los Llanos De La Larri

 
Me encantan las excursiones y paseos por la montaña (siempre que no me vea forzado a hacer comedias, batallando con alguna dificultad). Pero, en estos últimos tiempos, el precario estado de mi vista me dificulta lo suyo el transitar por terreno escabroso, particularmente en las bajadas. No tuve más remedio, hace unas semanas, que condenar a unos amigos, montañeros más aguerridos, a lo que es, en sentido estricto un paseo para la tercera edad (o para escolares cantarines, cogidos de la mano del compañero): subir desde el aparcamiento de Pineta hasta el valle de La Larri.

Río Cinca En Pineta
Tampoco está nada mal ir a Pineta a dar un cómodo y relajado paseo en primavera. Con poco gasto energético, te garantiza estar fresco, disfrutar de un entorno y unas vistas maravillosas y pisar sobre las últimas nieves de la temporada, ¿Hay quién dé más?

Llanos de La Larri hacia su cabecera


Llanos de la Larri hacia su entrada
 
La caminata nos lleva algo menos de una hora de ascensión suave, por una pista umbría que rasga un precioso bosque de caducifolios. Cuando se aclara el arbolado, dos o tres vigorosas sartenes nos aúpan al borde de un valle de origen glaciar, unos llanos en alto por donde discurre el barranco de La Larri, afluente del Cinca. Media hora escasa más tarde, habremos recorrido estos prados hasta llegar a la cabecera del pequeño valle, que se cierra con una limpia cascada. En este grato rincón nos aposentamos a descansar.

Menudas montañacas
 
En alguna ocasión he visto caballos en estos pastos colgados y, mucho más frecuentemente, vacas solazándose, pero esta vez me aguardaba un encuentro algo más sorpresivo.

Fin de trayecto: la cascada
 
Cerca de donde devorábamos nuestros bocadillos, hizo su aparición un visitante inesperado: tenía toda la pinta de tratarse de un zorro. Como en la actualidad, y en tanto no me opere de cataratas, veo menos que un gato de escayola, le pasé la cámara a mi señora esposa, que a día de hoy suple mis ojos con los suyos, la cual tiró de teleobjetivo con éxito, sacando unas cuantas instantáneas del no demasiado cauteloso mamífero.

El señor zorro

¿Qué ha visto?
 
Mi ignorancia me llevó a un montón de cuestiones sin respuesta: ¿se trataba realmente de un zorro o era otro tipo de cánido más domesticado? Si era un zorro, un zorro de verdad, un vulpes vulpes de auténtico pedigrí, ¿qué hacía en aquel concurrido lugar, zanganeando a menos de cien metros de los peligrosos humanos? ¿Y qué comerá en esos desiertos pastos? ¿Cambiará el pelaje en invierno, por un inmaculado blanco de nieve? (Esto lo dudo muchísimo, pero vaya usted a saber) ¿Vive siempre allí, o se trata de un turista de tierras más bajas como nosotros? Por supuesto, no le pude preguntar, así que lo dejamos en pura retórica.

Parece estar posando

 
 

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