miércoles, 4 de mayo de 2016

La Primavera Desoye El Llamamiento Para Protestar Por El Deterioro Ambiental

Reconozco haber entrado por la puerta grande en la fase de la vida orientada por entero a la pérdida. Respecto al joven e inexperto aficionado a la pintura paisajística de la imagen, asumo haber perdido la mayor parte del pelo, la línea, la vista, unos miles de neuronas, el interés por las artes plásticas y la conciencia ecológica.


Antes de perder esta última, pintaba unos desmañados cuadros de siniestros complejos fabriles que, con sus mefíticas emanaciones y sus tóxicos vertidos, habían dejado el medio ambiente hecho una verdadera pocilga.



De este modo, quería dar a entender que ya era hora de cerrar esas hediondas factorías, lanzar a las masas que desde ahí promovían la contaminación al subsidio de desempleo (o a la renta básica universal) y erradicar la industria química y energética a un remoto asteroide sin ningún valor como reserva natural. Por cierto, antes llamaban a la contaminación “polución industrial”, pero ahora ya no, pues hemos ingresado en una era de castidad verbal sin límites.



¿Que por qué perdí todo atisbo de conciencia medioambiental, hoy que está tan de moda soltar osos en espacios públicos y es tan chachi y suena tan enrollado? Pues hombre tú dirás: si nuestros derechos convergen en un éxito socioeconómico que pasa por la vivienda unifamiliar, el todo terreno diésel (con medidor de emisiones manipulado), los vuelos baratos, el aire acondicionado, un mes de crucero por el Báltico o cualquier forma similar de turismo extractivo, a la biosfera en pleno ya le pueden ir friendo un paraguas… ¿Tú sabes la de gigavatios que hay que acarrear para que esta chorrada de blog, tus selfies y sus tuits lleguen al último rincón del planeta? Si contaminamos hasta fabricando piensos para mascotas.



Bueno, pues pese a todo, salgo a pasear y me encuentro con que la inconsciente primavera se obstina con indiferencia en esparcir sus amapolas y otras galas en los polígonos, cerca de las naves polvorientas, junto a las torres de alta tensión, al pie de los silos industriales, en todas partes… Qué personaje, podía tener un poco de sensibilidad. O mejor que no.



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