miércoles, 17 de mayo de 2017

Elige Tu Gente Indeseable Con El Tramabús Personalizable

El portentoso (¿o portentóxico?) aspirante a Gran Timonel de las españas plurinacionales ha parido una idea luminosa, aunque todas sus ideas son luminosas (y, por supuesto, paridas). Ha mandado pintar en los laterales de un autobús las efigies de sus enemigos personales más aborrecidos y, aprovechando que tiene mano en algunos medios de comunicación, lo ha paseado y publicitado por ahí, para escarnio de sus denostados antagonistas, a quienes él denomina “los corruptos que parasitan las instituciones”.

En un país donde el aborrecimiento prolifera tanto, me pareció que el tío se había permitido darse un gustazo, merced a una idea de perlas, una ocurrencia salvaje. No muy original, claro: ya Dante Alighieri publicó en el siglo XIV una obra en la que mandaba nada menos que al infierno a un montón de molestos adversarios...



Pero, ¿cómo hacer que este sano revanchismo llegue a las masas desheredadas, a los excluidos que no tenemos el favor de potencias extranjeras que financien nuestros caprichos de automoción? En la página web de la organización incorrupta, pusieron un “Tramabús” recortable, colorido, bonito y barato, que podría saciar nuestros bajos instintos, pero tiene un par de inconvenientes que me han llevado a rehacer la propuesta, para adaptarla a todo tipo de gustos, necesidades y preferencias: te presento el “Infamabús”.


En primer lugar no todos compartimos los gustos del Comisario Supremo en punto a enemigos, por lo tanto yo he dejado como siluetas en blanco los infamados, para que tú recortes y pegues allí fotos de quien quieras de acuerdo con tus antipatías concretas, yo que sé, por ejemplo si eres del Barça, puedes poner allí a Cristiano, Florentino, Pepe... y así. Es una sugerencia, imagino que si eres contrario a la tauromaquia, un homófobo, o un soberanista manchego, ya sabrás a quién poner.



Por otro lado, el “Tramabús” adolece de una inexplicable falta de paridad: hay doce maromos y una sola chica, la Espe, la favorita de los haters españoles. Está más descompensado que el pueblo de los pitufos: ¿cómo es posible que un movimiento político comprometido con la igualdad de género cometa semejante desliz? Puede que el promotor sea tan macho que sólo odie rivales machos... pero tan evidente patinazo también queda resuelto con las siluetas en blanco carentes de género prefijado (no me deis las gracias).

 
Bájate la imagen, imprime, recorta, dobla y pega...
¡Y a poner tus villanos favoritos!
 
Podría parecer que, como todo lo relacionado con el vivaz mundo de los “Neocom”, esto también me lo tomo a chufla, pero nada más lejos de la realidad, a mí me parece un precedente de singular infortunio en nuestra ya muy fétida cosa pública, fruto, no sólo de la patente especialización en pensamiento Alicia de los que lo han fletado, ya que, como se señala en la magna obra de Carroll, “la sentencia es lo primero, el juicio vendrá después”. No se me entienda mal, no rompo ni media lanza a favor de la comunidad caricaturizada en el siniestro vehículo, ni de su inocencia, ni de su honradez, pero es obvio que no se trata de una denuncia: es más bien un linchamiento. Y, si hay por ahí españoles que estén creyendo en que, con mucho esfuerzo, nos estábamos intentando dotar de instrumentos para hacer cumplir algún tipo de justicia, es un insulto a todos ellos.


Que yo sepa, algunos de los muchachos dibujados a babor y estribor no tienen casos abiertos. Eso quiere decir que se les infama gratuitamente. Y esto nos lleva a la cuestión de la inseguridad jurídica, ¿Cómo sabes que no vas a aparecer mañana tú, en las portezuelas del coche de línea de tu pueblo? ¿Qué harás, si te arrastran por el fango, sólo porque a unos autonombrados guardianes de la ética pública, les caes mal? Si alguno de los retratados resulta ser algún tipo de persona intachable dentro de los límites de la actuación pública ¿qué harán? ¿Fletarán el "Disculpabús"?


Estos muchachos han dado un importante primer paso, que puede llevarles a inusitadas metas: algún agorero señala, entusiasmado con su gafe, que podrían llegar a ser la franquicia de ETA a nivel de todo el territorio estatal. Creo que, pese a que van bien encaminados, es exagerar un poco las cosas. De momento, a las simpáticas caricaturas del autocar, ni les han pintado una diana en la cabeza, ni las han rotulado con el apelativo inapelable: “cipayos”.


Ojo a la memoria histórica y sus lagunas, pues no siempre quien siembra la discordia cosecha los frutos previstos, ¿o sÍ?

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